Culturalmente se nos ha inculcado que debemos tener un alma gemela para que vivamos felices para siempre; sin embargo, esto sólo generará expectativas erróneas que pueden dañar las relaciones de pareja o simplemente causar una decepción.
Algunas personas sueñan ser la prioridad de alguien, que las quieran, que nunca estén con nadie más y que les dé el tiempo suficiente, señala en entrevista Mario Guerra, experto en relaciones
“Difícilmente vamos a encontrar una persona con las cualidades que soñamos o pensamos, porque nadie es perfecto y muchas de esas características son imaginarias”.
Además, las personas no entienden que las relaciones evolucionan, es decir, pasan de ser muy románticas o muy atentas a ser menos llamativas pero más estables.
“Por ejemplo, cuando las personas tienen la idea de que en una relación debe ser todo dulzura y la relación evoluciona de forma natural a la estabilidad, piensan que ya se acabó el amor y se sienten decepcionadas”, señala Mario Guerra.
¿Qué esperan las mujeres de un hombre?
Debido a esta idealización del príncipe azul, las mujeres suelen experimentar más decepciones, por lo que es importante que sean más realistas y busquen a la persona adecuada.
Mario Guerra explica que de acuerdo con un estudio realizado en el 2013 en Inglaterra, lo que buscan las mujeres en un hombre son cuatro características:
1. Buenos genes
Hombres con rasgos masculinos que tengan una personalidad atractiva. “Lo que se llama filtro biológico”.
2. Posición adecuada
No sólo se refiere al nivel de ingresos, sino que tengan una buena educación que permita a las mujeres sentirse respetadas.
3. Buenos padres
Las mujeres se sienten atraídas hacia los hombres que son emocionalmente maduros, que reflejen interés en los niños y que estén dispuestos a tener familia en algún momento.
4. Buenas parejas
Que los hombres sean atentos, cariñosos, comprometidos y que haya una reciprocidad en atenciones.
Es importante que las mujeres tengan presente que las relaciones de pareja tienen diferentes etapas, por ejemplo, la primera es la de enamoramiento y atracción física.
No obstante, después de seis meses se entra a otra fase que puede durar cuatro años, donde existe un menor ímpetu al romance, pero eso no significa que haya menos amor, al contrario, existe una mayor estabilidad.
“En una relación no todo es el amor ; es un componente bien importante y esencial, pero uno no debe decidir quedarse con una persona solamente por estar enamorado, se necesitan observar otros factores como los anteriores para lograr una relación duradera y estable”, concluye Mario Guerra.
